¿Cómo pueden ayudarnos los nervios al Hablar en Público o frente a una Cámara? La importancia de sentirlos, normalizarlos y abrazarlos.
Uno lee el título del post de hoy y piensa… “A esta chica se le ha ido la perola… ¿sentir nervios? ¡No los quiero, gracias!» ¿verdad? ¡Pues no!, no se me ha ido la cabeza, al menos de momento.
Y es que, sentir nervios cuando nos enfrentamos a un público, ya sea presencialmente o a través de una cámara, no solo no es malo, sino que es necesario.
Sentir nervios al hablar en público o frente a una cámara, es necesario. Es bueno.
¿Te imaginas cuál sería el resultado si al llegar el momento de ponerte frente a una audiencia, estuvieses totalmente relajado? Es poco probable que llegases a transmitir una energía movilizadora, que pudieses conectar con tu audiencia o que fueses capaz de percibir si esta está o no contigo.
Experimentar un ligero estado de nerviosismo es necesario. Los nervios de por sí no son malos, todo depende del uso que hagamos de ellos. No es lo mismo que los nervios te usen a ti (en estos casos, entramos en una espiral de ansiedad, miedo escénico…) a que tú utilices esos nervios como catapulta.
¿De qué manera me pueden ayudar?
- El estrés positivo te predispone a la acción.
- Te permiten transmitir fuerza, energía.
- Te enchufan al momento presente.
- Significa, que lo que vas a hacer… te importa. Tu foco estará puesto en dar el 100%.
Hemos normalizado el pensamiento de que sentir nervios, implica miedo escénico.
En algún momento hemos aprendido que los nervios al hablar en público o frente a una cámara, son malos. Que si los siento es porque hablar en público claramente no es lo mío; que si los experimento ya estoy abocado a sufrir miedo escénico; que para hablar en público es condición sine qua non no sentirlos, … ¿Te suenan estos pensamientos? Hemos normalizado que no es bueno sentir nervios.
Mi propuesta aquí es justo la contraria, normalicemos experimentarlos. Cojamos a los nervios de la mano y digamos “¡¡Venga, a por ello!!”.
Te invito a que accedas al vídeo en el que desarrollo esta idea tan importante. Si te resulta interesante, no dudes en suscribirte a mi Canal de Youtube.
Conclusión:
- Los nervios no te deben manejar. Eres tú el que debes utilizarlos a tu favor.
- Normaliza la necesidad de sentir un ligero estado de nerviosismo, como palanca para dar lo mejor de ti.
- De 0 a 10, un buen nivel de nervios estaría situado entre el 3 y el 6. Ahí es donde se produce el rendimiento óptimo.
Feliz día,
Marina
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