Diferencia entre hablar y comunicarse

Cuando hablamos de comunicación en general y, en particular, de las exposiciones en público, es importante recalcar la diferencia que existe entre hablar y comunicar.

Y es que efectivamente ambos conceptos significan cosas distintas. En mi opinión, hablar tiene que ver con arrojar palabras carentes de sentido, de significado. Palabras que salen de nuestra boca y quedan diluidas, no llegan al interlocutor. Palabras que, aunque en sí mismas pudiéramos decir que son potentes, en realidad no lo son.

Esto significa que para que las palabras realmente impacten en el otro, somos nosotros los que, al verbalizarlas, hemos de dotarlas de intención y contenido. Esa es la gran diferencia entre hablar y comunicar.

Cómo elevar nuestro discurso

Cuando hablamos en público y, en general cuando nos comunicamos con otros, hemos de ser capaces de rellenar las palabras de intención. Por eso, es importante creer en lo que uno dice, bajar el mensaje a cada poro de nuestra piel. Es muy común ver a personas que comunican únicamente desde el cerebro, como máquinas que se limitan a lanzar una idea tras otra. En estas situaciones existe el riesgo de que las palabras no lleguen. ¿Qué pasa con el cuerpo? ¿Qué pasa con la voz? ¿Con la intención?

Hemos de conseguir que nuestra comunicación esté viva, que las palabras salgan de nuestra boca y viajen hacia el interlocutor acompañadas de otras herramientas de comunicación.

Lo podemos equiparar a una receta de cocina. Imagina tener todos los ingredientes sobre la mesa… El resultado nunca será el mismo si, de manera mecánica empezamos a incorporarlos en una olla, a hacerlo con cariño y con conciencia de lo que estamos verdaderamente cocinando.

Comunicar no es hablar. Eleva tu discurso comunicando con todo tu ser. Tus palabras te lo agradecerán.

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