Huye de la «fast communication«. La importancia de la preparación al Hablar en Público
Soy plenamente consciente de que no vivimos en un mundo de fantasía y unicornios. Y que por tanto, no siempre disponemos del tiempo que quisiéramos para prepararnos las exposiciones en público. ¡Cuántas veces el día de antes o ese mismo día, tu jefe te dice «Rodolfo, en dos horas necesito que expongas el proyecto, que yo no llego a tiempo»! Es evidente que en esa situación, contamos con el tiempo muy justo. Vale… ¿pero qué me dices de esas otras exposiciones que sabemos que tendrán lugar en un horizonte algo más lejano y esperamos a la semana de antes para prepararlas? ¡Mal!
Claro, uno se justifica diciendo que no tiene tiempo, que la agenda se lo merienda cada día. Y lo que digo ante esto es, que si verdaderamente quieres hacer una buena exposición, debes cocinarla a fuego lento. Por supuesto, sobre todo me refiero a aquellas intervenciones que tengan un peso específico, que sean relevantes. Lo que está claro es que, si eres conocedor de que tienes una exposición a un tiempo vista, casi con total seguridad estamos ante una de las gordas e importantes.
Las exposiciones en público, mejor cocinarlas a fuego lento.
Imagínate que vas a invitar a un grupo de amigos a cenar a casa y ese día, quieres lucirte y dejar huella con tus platos. Si quieres que eso ocurra, necesitas pensar con un mínimo de antelación qué recetas vas a elaborar, adquirir los mejores ingredientes… Por supuesto los ingredientes no son todo, la mano y destreza del «cocinero» son muy importantes.
Exactamente lo mismo ocurre en el ámbito de la comunicación y de las exposiciones en público o frente a una cámara. Es muy sencillo, si quieres llevar a cabo algo que deje huella, tienes que dedicarle tiempo a la preparación y con cuanta más antelación lo hagas, mejor.
Te invito a que accedas al vídeo en el que desarrollo esta idea tan importante. Si te resulta interesante, no dudes en suscribirte a mi Canal de Youtube.
Como ves, disponer de tiempo suficiente para preparar una exposición en público, te permitirá, entre otras cuestiones:
- No agobiarte por la presión de la proximidad del gran día.
- Identificar mejor los mensajes que quieres trasladar.
- Interiorizar el discurso y hacerlo tuyo poco a poco.
- No centrarte solo en la parte verbal, dando espacio también al otro gran protagonista (cómo digo las cosas).
- Y además, con todo ello permitirás enfrentar el momento de la exposición con muchísima más confianza y seguridad en ti mismo. Suena bien ¿no?
Conclusión:
Huye de un sistema de «fast communication». Dedicarle tiempo a una exposición, es muestra de respeto hacia tu trabajo y profesionalidad, hacia la audiencia y hacia el momento en sí.
Feliz día,
Marina
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