Cómo dejar huella al hablar en público
La semana pasada hablamos de la naturalidad como elemento clave en nuestras exposiciones en público para conectar con la audiencia y, por tanto, para colarnos en su memoria.
Vinculado con ello, me gustaría centrarme en la comunicación como un vehículo, no solo para trasladar mensajes, sino también para despertar sensaciones en la otra parte. Cuando uno se da cuenta de ello, la comunicación se torna mucho más generosa y humanizada.
Comunicar con impacto implica ser capaz de despertar, a través de nuestros mensajes y habilidades comunicativas, sensaciones positivas, agradables, motivacionales… Todo ello es lo que nos permite dejar una huella imborrable en el otro. A veces nos ponemos demasiado racionales, operativos, ejecutivos. Es decir, únicamente nos enfocamos en trasladar un mensaje. Pero ¿qué ocurre con la parte emocional? ¿qué ocurre con nuestro poder de generar sensaciones en quienes nos están escuchando?
Como dijo la gran Maya Angelou «Las personas olvidarán lo que dijiste, olvidarán lo que hiciste… pero jamás olvidarán cómo les hiciste sentir». Al final, lo que a ti y a mí nos importa, es cómo el otro nos hace sentir. Así que, mi sugerencia es que la próxima vez que vayas a hablar en público (y en general para todas tus comunicaciones) te preguntes ¿qué mensaje quiero comunicar? y ¿qué sensaciones quiero despertar en mi audiencia?
Porque no es lo mismo responder a alguien «Ok, documento recibido» que «¡Gracias Ana por enviarme el documento!».
¡Humaniza tu comunicación!
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