INTERNET ES UN ESCAPARATE INFINITO QUE NOS PERMITE CONOCER A UN ESCALOFRIANTE NÚMERO DE PERSONAS. DENTRO DE MR.INTERNET HAY MUCHAS PUERTAS A LAS QUE LLAMAR. UNAS NOS PERMITEN ENTABLAR RELACIONES PROFESIONALES Y OTRAS, POR EJEMPLO, LIGAR. ¿TODO EL MUNDO CONOCE LA DIFERENCIA? parece que NO

Sé que no soy el único ser en la faz de la tierra al que le ha pasado lo que voy a contar a continuación. Y lo sé porque en muchas conversaciones con diferentes personas ha surgido el temita. Llega un día, en que un pequeño detalle hace que el vaso empiece a desbordar agua cual catarata del Iguazú. Y ese día ha llegado para mí, así que he decidido tirar de mi blog para dar mi opinión al respecto.

Señoras, señores… LinkedIn y Tinder no son lo mismo. Entiendo que aparentemente tienen cosas en común:

– Las dos tienen como únicas vocales la «e» y la «i»

– Las dos son personajes que viven en Mr. Internet

– Las dos te pueden llevar al 1.0

Mmmm… a ver… espera que se me ocurra alguna más… ehhh…¡Vaya, imposible!

Vamos a ver, para todas aquellas personas que utilizan LinkedIn como puerta al ligoteo, debo decirles que por favor dejen de hacerlo. Por muchos motivos:

– Están en el lugar equivocado. Es como querer comprar 1 kg de chirimoyas en un taller de chapa y pintura.

– El efecto que produce en el, llamémosle «sujeto abordado», es penoso. No encuentro otra palabra. Acto seguido, al menos eso es lo que yo hago, elimino  a ese ser de mis contactos de un plumazo. Sólo una vez contesté para hacerle ver que se había equivocado de lugar, pero la verdad, ya no lo hago. No estamos para malgastar energía.

– El «sujeto ligón en entornos que no vienen al caso» queda literalmente a la altura del betún ya no sólo personalmente, sino profesionalmente. Es de una falta de seriedad pasmosa. Así que el resultado para él no es cero, sino resultado negativo. Una cosa es mostrarse amable y cercano/a y otra muy diferente, ser un ligón/a.

Si al leer esto, te identificas como «sujeto ligón en entornos que no vienen al caso», te recomendaría que pegaras el salto a Tinder. Jamás lo he usado, pero hay quien dice que es el último grito en lo que al ligoteo se refiere. Ese es tu lugar. Y si ya manejas ambas aplicaciones, simplemente es cuestión de toma de conciencia y antes de darle a la tecla, piensa «A ver Juanito, ahora estás en Tinder, toca sacar la caña / Y ahora en LinkedIn, toca un poquito de seriedad».

Pues eso. Las chirimoyas en la frutería y arreglar un golpe del coche, en el taller.

Marina Estacio

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